Bioética animal

 

Estructura y Desarrollo de la Bioética Animal

M.A.. Capó*, S. BORREGÓN** y M.J. GUTIERREZ***

*Dpto. Toxicología y Farmacología. Facultad de Veterinaria. UCM. **Escuela Nacional de Sanidad. Instituto de Salud Carlos III. ***Dpto. Patología Animal II. Facultad de Veterinaria. UCM.

El término BIOÉTICA ha surgido con fuerza en el último decenio, alcanzando una popularidad sólo comparable a la del objeto al que su propia denominación parece dirigirse: las ciencias biológicas. El desarrollo de estas ciencias no bastaría por sí solo para explicar su éxito, y, sobre todo, la intensidad de la reflexión ética sobre ellas, máxime cuando contemplamos cómo otras técnicas de gran influencia social, carecen de este renombre. Es la aplicación de estas ciencias a las esferas humanas y, sobre todo, a la propia estructura biológica del hombre, lo que explica la gran atención que los medios de comunicación y la sociedad en general han prestado al avance científico en estas áreas y a la reflexión moral sobre sus aplicaciones. Si la investigación biológica se hubiera reducido a plantas o animales, aunque se seguirían suscitando cuestiones de gran gravedad, no cabe duda de que el tratamiento por los medios de las ciencias biológicas sería menor (SERRANO, 1992).

No sería adecuado considerar que el tipo de cuestiones a las que parece dirigirse la bioética deba su gran importancia en el debate contemporáneo sólo al fenómeno del avance científico.

En su origen, el término BIOÉTICA, parece dirigirse a dos sentidos; por un lado, a uno más amplio, caracterizado por considerar a la bioética como una ciencia que se sirve de las ciencias biológicas para mejorar la calidad de vida. Esta definición no puede ser más imprecisa, pues da a la ciencia un sentido vago y además utilitario, consistente en alcanzar otro objetivo aún más vago, como es el de «la calidad de vida». Por otro, la BIOÉTICA sería un nuevo término para expresar el concepto de ética médica; lo que, a juicio de una buena parte de la doctrina, es excesivamente restringido, pues dejaría fuera de la definición materias que generalmente vienen siendo incluidas por los tratadistas de estas disciplinas.

La Enciclopedia de Bioética, (SERRANO, 1992), acoge el siguiente significado para la BIOÉTICA que puede ser definida como el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud, en cuanto que dicha conducta es examinada a la luz de los valores y de los principios morales. Esta definición parece considerar a la bioética como la ética aplicada a las ciencias de la vida y del cuidado de la salud.

De las diversas definiciones una de las más precisas, en cuanto evita enfoques disolventes, es la de SGRECCIA, afirma que la BIOÉTICA es la filosofía moral de la investigación y de la práctica biomédica.

Surge la disciplina, a juicio de Sgreccia (SERRANO, 1992), de cuatro hechos determinantes:

1. La mejor adecuación del campo filosófico para comprender los límites de todas las ciencias, por lo que está dotado para la elaboración de una dimensión que integre la visión de lo real que provenga de las ciencias experimentales. Esta referencia es realizada especialmente por la ciencia médica.

2. El avance en el campo biológico-médico que ha planteado el problema de los límites de lo humano para la salvaguarda de la propia persona humana.

3. La insuficiencia de la normativa jurídica, sobre todo en el campo de la medicina, para aportar criterios morales a los profesionales sanitarios y a la población en general. Esto viene causado por la mutabilidad y relatividad frente a los valores que muchos siguen considerando absolutos y por la necesidad, en consecuencia, de una referencia a la moral.

4. La organización de la investigación y de la práctica médica, controlada de forma creciente por el poder político; el cual, a través de estos medios, puede influir decisivamente en la vida de los ciudadanos.

Por otra parte, la BIOÉTICA, se define como el estudio de los problemas éticos que plantea el desarrollo de las diferentes ciencias y tecnologías que pueden aplicarse -y por tanto influir o modificar- a la vida humana.

También se puede establecer una definición más amplia, (CAPÓ, 1999), como el conjunto de principios y reglas morales que regulan el comportamiento y las relaciones del hombre con los animales y el medio ambiente que le rodea a ésta.

La finalidad de la nueva especialidad, el "discernimiento de la eticidad de las acciones que sobre la vida humana pueden ejercer las ciencias biomédicas", se aprecia con claridad desde su mismo origen. El término "bioética" fue utilizado por primera vez en 1971 por POTTER, profesor de Oncología en la Universidad de Wisconsin (LÖW y col., 1992).

La Bioética no tiene proyecciones jurídicas, sino que, el Derecho (partiendo de la unidad teórica de lo jurídico) se relaciona con la Bioética de manera esencial, sustancial y necesaria.

La mayor contribución de la Bioética a las Ciencias Jurídicas es: La traspolación del concepto de «persona» hacia el de «vida».

Con todo ello definimos a la BIOÉTICA ANIMAL, como el conjunto de normas éticas que regulan el comportamiento y las relaciones del hombre con los animales.

La BIOÉTICA ANIMAL surge como consecuencia de reconocerse los Derechos de los Animales y por la sensibilización de grupos de Defensa de los animales.

Los animales están ajustados al medio en que viven. El hombre no está ajustado a su entorno por lo cual debe ajustarse y justificarse. De ello se deduce que los hombres son los responsables del desajuste del animal con su medio. De todas estas implicaciones nace la BIOÉTICA ANIMAL (CAPÓ, 1999).

De alguna forma nosotros utilizamos a los animales con ciertas funciones de "rentabilidad humana":

Mascotas de compañía como terapéutica.- Experiencias españolas e internacionales demuestran que la compañía de un animal doméstico reduce la ansiedad y el estrés y aumenta la sociabilidad y la movilidad en las personas. Proporcionan otros beneficios, como la alegría y la compañía. En casos concretos, por ejemplo en el de los niños autistas, el perro es un elemento muy útil para establecer canales de comunicación con el exterior. O, en el caso, de adultos o niños con problemas de sociabilidad la relación que se establece es sumamente positiva para su adaptación al entorno (SÁNCHEZ, 1999).

Animales centinelas y Animales filtro.- Los animales por su fisiología y por tu patología, precozmente, nos avisan de procesos antropogénicos (centinelas); ante procesos de contaminación, los animales son barreras de protección degradando ciertos tóxicos (filtros).

Perros de ciego, perros de rescate en catástrofes y perros antidroga.- El perro, posiblemente, es el animal que más desinteresadamente, nos ayuda, a cambio, de no darle unos mínimos derechos ni bienestar animal.

Animales de laboratorio e Investigación científica.- Correspondería a la Ética de la investigación, que de acuerdo con los correspondientes conceptos filosóficos, la definimos como "los principios ideales o normas de conducta en cuanto a la bondad o malicia de nuestros actos en el uso de animales para la experimentación científica".

En Experimentación animal hay que indicar tres argumentos fundamentales:

1.- Creciente aumento del número de especies e individuos utilizados en la experimentación científica y en la enseñanza. Hecho paradójico, cuando al mismo tiempo los medios audiovisuales invaden las técnicas pedagógicas, haciendo algunas veces innecesaria la experimentación directa.

2.- Inadecuadas condiciones de estabulación. En ocasiones los animales no se mantienen en un bioterio, sino en un laboratorio donde están expuestos a diversos estímulos estresantes, gases o vapores, etc.; sólo corregible con la divulgación y aplicación de las Buenas Prácticas de Laboratorio.

3.- Inadecuado trato o manejo. Las actuaciones que con más razón justifican las protestas de los defensores de los Derechos de los Animales corresponden al trato desconsiderado con ellos, especialmente en lo que concierne al sacrificio y a la vivisección.

Los experimentadores deben reconocer el sometimiento a una responsabilidad moral, que deriva de las siguientes consideraciones:

1.- Cada animal, como cada ser humano, posee un valor propio, porque debe estimársele como un sujeto en el sistema y no como un objeto.

2.- Según ello, el Derecho moral nos impide considerar al animal y a su vida exclusivamente en función de las necesidades del hombre y de su utilidad, sino que nos induce a estimarlos como participantes en una forma de "consciencia universal".

3.- Además, el animal es un ser vivo sensible que sufre física y emocionalmente y tiene memoria, por lo que el hombre es moralmente responsable de aquellas acciones que les produzcan sufrimiento y, en último caso, debe ser consciente de su obligación de provocar el menor daño posible.

4.- El hombre es moralmente responsable del mantenimiento del sistema ecológico, nuestro principal patrimonio, a cuyo reino animal pertenecemos. Obligándonos, aunque solo sea por proximidad filogenética, hacia los animales, incluyendo las variedades desarrolladas con fines experimentales.

5.- En cuanto a estas últimas, los intentos de producir seres híbridos por fertilización de óvulos animales con espermatozoides humanos o viceversa, parece absolutamente reprobable por significar un atentado al equilibrio ecológico y a las leyes naturales.

Como resumen, podríamos adoptar la posición juiciosa, sensata y ecléctica que revelan las palabras de SCHWEITZER: ".... mientras no sea posible excluir las experiencias con animales, los científicos deben preguntarse, en cada caso, si verdaderamente existe una necesidad real para tal sacrificio, pensando que se trata de criaturas vivas, que sienten y padecen como humanos".

La BIOÉTICA puede contribuir al beneficio de la utilización de los adelantos científicos y técnicos.

La Biotecnología y la Ingeniería Genética así como otras ciencias y tecnologías aplicadas, han producido los mayores avances en la producción y tratamiento de los alimentos.

Conceptuamos a la Biotecnología como la ciencia fruto de la Biología y de la Microbiología aplicadas a la transformación de los materiales mediante agentes biológicos para la obtención, entre otros, de productos alimenticios; y de la Ingeniería Genética, tratando de modificar el material hereditario de una célula viva, de modo que ésta pueda producir más o diferentes productos químicos, o también realizar nuevas funciones (CAPÓ, 1999).

Transplantes de órganos.- Aunque nuestros parientes más próximos entre los primates no humanos son los chimpancés (que comparten con nosotros más del 99% del ADN codificante), los que más se nos parecen ecológicamente son los papiones o babuinos (Papio anubis). Se hacen experimentos de xenotrasplantes de corazones de cerdos a papiones, promovidos y financiados por la empresa inglesa Imutran, interesada en vender sus cerdos transgénicos patentados (con un gen humano, para disminuir el rechazo inmunitario) como fuente de órganos para trasplantes (MOSTERÍN, 1999).

Necesidad de cariño que manifiestan los animales.- Los animales domésticos y los salvajes y silvestres, amansados, han cambiado su hábitat, con ello han desarrollado un comportamiento de dependencia con el hombre (MOSTERÍN, 1998).

Proyección de la Bioética.- La Bioética debe ser racional y secular. Debe ser asumible por todos y debe abarcar a todos, admitiendo el pluralismo sobre todo en dos vertientes: Una, aceptar los distintos puntos de vista de las personas y otra, exigir esos distintos puntos de vista.

Al mismo tiempo debe ser autónoma y no debe ser nacionalista, con lo cual vemos que el problema de construir la bioética es grande.

La BIOÉTICA ANIMAL puede contribuir al incardinamiento entre las Ciencias Jurídicas y las Ciencias de la Salud, sobre todo, en el componente de sus políticas públicas sobre los principios o conceptos que imbuyen al momento previo de determinar positivamente respecto del ámbito de su aplicación, de modo tal que el contenido esencial de los Derechos Subjetivos sea reconocible en el tipo descrito por las normas, además de contener posibilidades de actuación necesarias para practicarlas.

Deberíamos preguntarnos hasta qué punto la evolución científica y el progreso tecnológico han modificado la realidad de la vida humana o, para hablar con más precisión, la propia naturaleza del hombre, y como ésta va afectando a su entorno, entre los que se encuentran los animales.

Consideramos que la BIOÉTICA ANIMAL, es una herramienta que sirve para estructurar el Derechos de los Animales, regular estas corrientes actuales de establecer unos Derechos de los Primates, (FERRATER y COHN, 1983) y con ello, participar y contribuir en el desarrollo de las CIENCIAS BIOÉTICAS.

BIBLIOGRAFÍA

M.A. Capó (1999).- Consideraciones Bioéticas y Deontológicas en las Ciencias Veterinarias. Discurso de Ingreso en la Real Academia de Ciencias Veterinarias. Madrid.

M.A. Capó (1999).- Bioética Animal: Desarrollo de un Concepto. Animales de Experimentación. La Revista Hispanoamericana. México.

J. Ferrater; P. Cohn (1983).- Ética aplicada. Del aborto a la violencia. 3ª ed. Alianza Editorial, S.A. Madrid.

R. Low, M. Marsch; J.-G. Meran; J.K. Ratzinger; J. Reiter; R. Spaemann (1992).- Bioética. Consideraciones filosófico-teológicas sobre un tema actual. Ed. Rialp, S.A. Madrid.

J. Mosterín (1998).- ¡Vivan los Animales!. Ed. Debate, S.A. Madrid.

J. Mosterín (1999).- Transplante de Papiones. El País.

L. Sánchez (1999).- Animales Domésticos. Una fuente de salud. MUFACE. Mayo. 22-23. 1999.

J.M. Serrano (1992).- Cuestiones de Bioética. 2ª ed. Ed. Speiro, S.A. Madrid.