LA POLÍTICA SANITARIA

Nadie puede poner en duda el poder de los Laboratorios farmacéuticos. Solo cabe preguntarse hasta
donde son capaces de llegar con tal de rentabilizar una experimentación o por evitar las pérdidas que
supone la retirada de un medicamento. Y ese poder-que puede ser directo o indirecto- hoy es casi
siempre de caracter económico. Por tanto cabe preguntarse también si la clase política es independiente
frente a los interese de las grandes compañías. seguro que los mencionados dirían que si, pero para
muestra, un botón. Esta es la noticia aparecida en el diario "El País" en abril del 2000.
"Sanidad ha creado ya cinco fundaciones de investigación financiados con dinero privado. Los
laboratorios farmacéuticos, principales socios de los nuevos proyectos farmacéuticos.".
Y recojamos como ejemplo lo que se dice sobre una de las fundaciones, la Fundación para la
Investigación y la Prevención del SIDA en España (FIPSE): "El patronato de esta entidad privada
fundada para financiar investigaciones sobre el SIDA está formado a partes iguales por
representantes del Ministerio de Sanidad y seis laboratorios farmacéuticos, (Abbott,Boehringer,
Bristol-Myers, Glaxo-Wellcome, y Roche). Las seis tienen fármacos contra el sida y aportan 500
millones de pesetas anuales conjuntamente a la fundación que, según advierte, nunca financiará
investigaciones sobre medicamentos, algo que cada compañía debe hacer por su cuenta...."
¿A alguien le puede caber duda de que las investigaciones y los medicamentos aprobados nunca
serán contrarios a los intereses de tan generosos socios?
Terminemos este recorrido por la periferia del sistema recogiendo la opinión de Miguel Vicente,
profesor de investigación del CNB en "El País". Su artículo se titulaba "Póngame cuarto y mitad de medicinas" y en el podía leerse lo siguiente: "¿Corren riesgo de desaparecer las medicinas que
curan? La respuesta alternativa es excesiva pero la industria farmacéutica parece hoy en día
concentrar sus esfuerzos en el desarrollo preferente de medicamentos que no curan la enfermedad
sino que neutralizan los síntomas clínicos y, en el mejor de los casos, contrarestan pero no corrigen
algunas de sus causas (...) A largo plazo pudiera ocurrir que nos encontremos sin medicinas para
curar enfermedades como las infecciones, que ya nos parecen algo del pasado.
(...) La lógica dicta que las empresas no solo necesiten generar beneficios sino que además deban
asegurarse de que los van a obtener de manera continua. Cada tipo de empresa lo logra de una u otra
forma, ya sea extendiendo el préstamo hipotecario para la compra de otros bienes, ofreciendo
recomprar el coche que se paga a plazos sustituyéndolo por uno nuevo y más plazos, o, en el caso
de las farmacéuticas, vendiendo medicamentos que han de consumirse a diario y de por vida.
En este esquema de medicina de consumo, los antibióticos son medicinas muy malas: tienen la
indeseada propiedad de curar por lo que un paciente al que se le prescribe deja de comprarlos al
cabo de poco tiempo;generalmente, porque se cura, o porque, desgraciadamente, fallece.
No es así el caso de, entre otros, los antihipertensivos, antiasmáticos, anticancerosos, y muchos más.
Los medicamentos se convierten de esa forma en artículos de consumo pues el paciente ha de
adquirirlos casi como el que compra el pan convirtiéndose en una fuente de ingresos continua
para el fabricante y manteniendo ocupado de forma permanente a los profesionales del sistema
sanitario y sus asociados."
Tal es el panorama, contemplado de una manera global y con datos provenientes de fuentes poco
sospechosas de querer dinamitar el sistema de salud..¿Qué pasaría con alguien que pretendiera
permanecer al margen de los intereses de los grandes laboratorios?Pues probablemente lo mismo
que pasaría con quisiera comercializar un producto sustitutivo de la gasolina al margen de las
grandes corporaciones. Ustedes me entienden.
Antonio Muro

 

 

 

 

NUEVO FRAUDE

En setiembre de este año un informe interno de los Laboratorios Bell en Estados Unidos, concluía que Jan Hendrik Schon
alemán de 32 años y estrella ascendente de la física, se inventó los datos de al menos 17 experimentos para convertirlos en éxitos
que atrajeran la atención mundial. El informe de investigadores externos al laboratorio concluyó de que no existe prueba alguna
de que el científico obtuviera los resultados comunicados en 17 de los artículos publicados entre 1998 y 2002 en las más
prestigiosas revistas científicas. Schon, además de ganar varios premios fue propuesto como director del Instituto Max Planck
de Sttugart, Alemania, y en opinión de algunos colegas hubiera podido ser candidato al Premio nobel de Física.
El Diario" El País" publicó sobre ello un interesante artículo de Emilio Méndez- Catedrático de la Universidad del Estado de
Nueva York-titulado "Las sombras de un escándalo científico"en el que se habla de la" importancia" de escribir en las
revistas científicas. Allí podía leerse lo siguiente. "Tampoco salen bien paradas en este proceso revistas científicas del nombre
de "Science" y "Nature" donde han aparecido los supuestos descubrimientos ni los prestigiosos comités que han premiado
a Schon y sus colegas por ellos.(...) Si alguna vez lo hubo, hace mucho en que pasó el tiempo en que ciencia y sociedad, iban
por caminos separados, sin influírse la una a la otra. El científico no es hoy el individuo aislado del mundo que persigue sus
descubrimientos guiado solo por el afan de conocimiento y la búsqueda de la verdad sin interesarse por la sociedad en que
vive y sin ser afectado por los ritmos de una época en que reinan la velocidad, el éxito y la fama. Conciente del valor de la
ciencia, la sociedad le concede un puesto central y, a cambio espera de ella algo irrealizable: soluciones definitivas e inmediatas"
"No es de extrañar que, antes tales expectativas, los científicos a menudo, vayamos con la prisa del hombre de negocios, o
que hablemos con la superficialidad del político. El éxito profesional se mide hoy por el número de publicaciones, no por
su calidad; y lo que no debiera ser más que un medio se convierte en el fin mismo de nuestro trabajo. Por eso publicamos
más que un Lope de Vega y nuestra agenda se asemeja ya a la de un viajante. En cambio, leemos y pensamos poco, y no
dedicamos a nuestros estudiantes el tiempo y la dirección que merecen.".

"Jaleados por los medios de comunicación y presionados por los administradores del dinero, prometemos más de lo que
podemos ofrecer, ya sea sobre electrónica molecular, el ordenador cuántico, el origen del universo, la fusión nuclear o
la cura del cancer
.
Fíjese la forma en que se comercializan medicamentos por Internet, siendo que algunos están cuestionados y de pronto también lo encuentra
en el país o países de "economías emergentes"

 

Según la denuncia un número por determinar pero abundante de científicos aceptan de las empresas farmacéuticas grandes sumas
de dinero a cambio de poner sus nombres en artículos que no han escrito y en los que se recomiendan nuevos medicamentos.
Los autores reales son "desconocidos" pagados por las empresas farmacéuticas interesadas en la distribución de detrminado
producto. Y esos artículos se pueden encontrar en las publicaciones científicas "más importantes".
En algunos casos-siempre sugún el informe- los científicos ni siquiera han visto los datos sobre los cuales supuestamente escriben.
Incluso más, incluso llegan a dar conferencias basadas en esos estudios ante colegas suyos, y en encuentros patrocinados por la
empresa farmacéutica recibiendo a cambio sustanciosas cantidades en algunos casos entre 2.500 y 3.000 euros por conferencia,
además de los desplazamientos y los hoteles.
Fuller Torry, director ejecutivo de la Fundación Stanley para programas de Investigación con sede en Bethesda, Maryland, (EE:UU),
declaraba en The Guardian:" Muchos creemos que el actual sistema se aproxima a algo que podríamos denominar prostitución
profesional de alto nivel".
Robin Murray, director de la División de Medicina psicológica del Instituto de Psiquiatría de Londres, manifestaba por su parte:
"Me acuerdo de un psiquiatra británico muy conocido a quien le pregunté como estaba. Y me contestó:¿A cuánto estamos?
Estoy tratando de averiguar que fármacos tengo que recomendar hoy".
El asunto, está lejos de ser anecdótico. Sobretodo si relacionamos esa información con esta otra publicada hace poco en el diario
"El Mundo":Medicamentos asesinos en los Tribunales de Estados Unidos". La noticia decía lo siguiente:(..) La responsabilidad
de los científicos sobre el contenido de sus estudios adquiere significado entre los casos que están siendo juzgados por
tribunales de Estados Unidos donde parientes de personas que se suicidaron o mataron a alguien mientras seguían un
tratamiento de SSRI (inhibidores selectivos de la serotonina)-el tipo de droga al que pertece el Prozac-dicen que fueron esos
fármacos los responsables de sus muertes. Según David Healey, un psicofarmacólogo de Gales que ha facilitado la prueba de ello
a las familias afectadas, las compañías se basaban en artículos cuya autoría, aparentemente, era de unos científicos, que, de hecho,
ni siquiera habían visto los datos originales en los que se fundamentaban los estudios. El doctor Healey, que accedió a los datos,
que las compañías guardaban en sus archivos, afirmó:"Muy bien podría ser que un 50% de ls artículos sobre medicamentos que
han aparecido en las principales publicaciones no hayan sido escritos de la forma debida, que la gente normal de la calle espera
de sus autores". Pudiera ser que muchos de los investigadores que soportan el peso de la investigación no puedan mantenerse
ajeno al éxito y el dinero."

Antonio Muro

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SI ALGUIEN CRE QUE LOS FURIBUNDOS ATAQUES QUE CADA CIERTO TIEMPO RECIBEN INVESTIGADORES
INDEPENDIENTES DE TODO EL MUNDO, A LOS QUE SE LE ACUSA POCO MENOS QUE DE CHARLATANES O ESTAFADORES
CON EL APOYO DE LOS MINISTERIOS DE SANIDAD, MEDIOS DE COMUNICACIÓN,COLEGIOS PROFESIONALES DE MÉDICOS Y FARMACÉUTICOS, ASOCIACIONES DE ENFERMOS Y DIVERSAS FUNDACIONES DE SALUD, SE DEBEN A QUE ESTOS VELAN POR NUESTRA SALUD PÚBLICA ES UN AUTÉNTICO INGENUO. lA RAZÓN ES QUE LA SALUD ES HOY UN NEGOCIO CONTROLADO
POR UNA GIGANTESCA MAFIA QUE COMPRA VOLUNTADES.

La tormenta estalló en un vaso de agua. En 24 horas se montó una gigantesca caza mediática. De poco sirvió que los afectados-pacientes,
familiares o médicos- llamaron a los programas de televisión y radio para contar-para sorpresa de los tertulianos-los beneficios que habían
experimentado tomando el Bio-Bac. Estos-expertos en todo-sorprendidos por semejantes defensas cuando lo que esperaban eran gritos de indignación, no supieron reaccionar. Así que, a falta de argumentos,acabaron hablando de los "milagros" en medicina, del "efecto
placebo", de los beneficios cuando ya no se esperan de los tratamientos convencionales, en suma de cualquier cosa que defendiera
la "infalibilidad" del sistema.
Todo, antes que asumir que el producto funciona. Evidentemente, "morirse dentro del sistema" tiene la ventaja-sobretodo para el
propio sistema- de que casi nadie se plantea su funcionamiento y no nos referimos ya a los errores de diagnóstico-difíciles, cuando
no imposibles de demostrar- a las posibles negligencias médicas-casi inútiles de plantear- o a los efectos secundarios de ciertos
medicamentos- que a veces son peores que la propia enfermedad en tratamiento- sino al hecho de que es perdonable porque es
"gratuito",( como sino lo pagáramos con nuestros impuestos).
Y es que mucha gente acepta hasta morirse si el tratamiento no le cuesta dinero.
A fin de cuentas, en realidad "es el sistema" el que hoy está cuestionado. De hecho así queda de manifiesto trás analizar algunos
documentos extraídos, por otra parte, de fuentes poco sospechosos con otra Medicina que la oficial.

LOS INVESTIGADORES

Empecemos por la raíz, es decir por la credibilidad de los científicos e investigadores. Basta para ello recordar la noticia aparecida a
primeros de año en The Guardian "Científicos cobran de las farmacéuticas por firmar artículos que no han escrito.
Textos redactados
"en negro" se publican en prestigiosas revistas británicas y estadounidenses"